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31 dic 2011

BOLIVIA, COLOMBIA, CHILE, ECUADOR, PERU y VENEZUELA SUPERAN LA CRISIS DEL 2011 y ENFRENTAN DESAFIOS Y RETOS PARA EL 2012

TERCERA PARTE
INDICADORES ECONÓMICOS
(Cifras expresadas en millones de dólares)

País
Año
Exportaciones de Bienes y Servicios
Importaciones de Bienes y Servicios
Balanza de Cta. Corriente
Balanzas de Capital y Financiera (b)
Balanza Global
Bolivia
2009
5 433
5 159
813
-488
325
2010
6 840
6 159
903
20
923
    2011(a)
8 816
8 450
878
1 295
2 173
Colombia
2009
38 227
38 500
-5 011
6 358
1 347
2010
45 224
46 608
-8 855
11 991
3 136
    2011(a)
61 871
62 319
-10 927
15 210
4 283
Chile
2009
62 638
49 966
2 570
-922
1 648
2010
81 826
66 990
3 802
-779
3 023
   2011(a)
93 915
82 975
-2 494
13 303
10 809
Ecuador
2009
15 749
16 887
-90
-2 557
-2 647
2010
19 610
22 651
-1 785
573
-1 212
   2011(a)
23 393
27 021
-2 354
4 281
1 927
Perú
2009
30 607
25 800
211
1 696
1 907
2010
39 521
34 809
-2 315
13 271
10 956
   2011(a)
50 048
44 019
-3 246
7 861
4 615
Venezuela
2009
59 830
50 370
6 035
-16 834
-10 799
2010
67 602
49 661
12 071
-20 010
-7 939
   2011(a)
98 012
59 668
25 127
-23 736
1 391

(a)   = Estimaciones preliminares,  (b)= Incluye errores y omisiones
Fuente: Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL)
         Elaboración propia

Por su relevancia, se presenta el análisis por países, elaborado por la CEPAL contenido en el Balance Preliminar para América Latina y El Caribe, se incluye a Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela.
BOLIVIA (Estado plurinacional de)

Se estima que en 2011 el PIB de Bolivia (Estado Plurinacional de) crecerá un 5,1%, lo que supone una aceleración próxima a 1 punto porcentual con respecto a 2010.
La tasa de inflación prevista se acercaría al 7% a diciembre de 2011, lo que representaría un incremento similar al del año anterior. Asimismo, se prevé que las cuentas del gobierno general cierren con un leve déficit por primera vez desde 2005, aunque el sector público no financiero presentaría superávit por séptimo año consecutivo.
Durante el primer semestre de 2011, el sector público no financiero tuvo un superávit global equivalente al 2,9% del PIB. Estos resultados son casi iguales que los del año pasado, en que se registró un saldo positivo del 2,8%. El gobierno prevé que el sector público no financiero termine el año con un leve superávit de alrededor de un 0,5% del PIB, y el gobierno general con un pequeño déficit del 0,5% del PIB. Sería la primera vez que se registra un déficit desde 2005. Para los primeros tres trimestres de 2011, los ingresos tributarios nominales aumentaron un 29,7% con respecto al mismo período del año anterior, en virtud del aumento en la recaudación a través de los hidrocarburos, que se incrementó un 14,3% en este período. Hasta septiembre de 2011, los gastos corrientes crecieron en términos nominales un 16% en relación con el mismo período del año anterior. Eso se debió principalmente al aumento de los gastos de bienes y servicios, que fue de un 20%, mientras que los gastos de personal se incrementaron un 13%.
Durante 2011 el gobierno continuó su programa de inversión pública y amplió ese presupuesto, pero, como en años anteriores, ha enfrentado algunas dificultades para ejecutar las inversiones. Hasta septiembre de 2011, la inversión pública fue de 1.080 millones de dólares, un 34% más que en el mismo período del año anterior, mientras que el total presupuestado para el año completo había sido de 2.400 millones. Aunque la ejecución de la inversión pública se situó en torno al 51,4% después del tercer trimestre, el gobierno espera un avance en ese sentido en lo que resta del año.
Para 2012 el gobierno prevé un aumento significativo de la inversión pública, de 2.400 millones a más de 3.000 millones de dólares. Esa inversión es un componente principal del nuevo plan económico del gobierno orientado a invertir en las empresas públicas y aumentar su capacidad productiva. La deuda pública externa se expandió ligeramente en términos nominales durante el primer semestre de este año. A fines de junio, se incrementó un 4,1% en términos nominales, pero como porcentaje del PIB bajó 1 punto porcentual, del 15,4% al 14,4% entre el fin de 2010 y junio de 2011.
El Banco Central de Bolivia (BCB) usa el tipo de cambio como un ancla para controlar la inflación, con lo que hasta cierto punto la oferta de dinero en la economía es endógena. No obstante, el BCB prosiguió una política monetaria de contracción gradual, con una oferta creciente de títulos en las operaciones de mercado abierto (OMA) durante el primer semestre y un incremento del encaje legal en depósitos en moneda extranjera para entidades financieras. Esta contracción de liquidez estaba contemplada en el programa monetario del BCB para compensar la expansión esperada en el crédito interno neto total y en el crédito interno neto al sector público no financiero. Durante el primer semestre, el crédito interno neto total no alcanzó su meta según ese programa. Después de más de un año y medio en que la tasa de reporto se había mantenido sin cambios, el BCB la subió en junio de este año como parte de su programa contractivo. Aunque el banco central está implementando políticas contractivas, todos los indicadores monetarios continúan presentando valores en ascenso. Los agregados monetarios aumentaron durante 2011 (a 11 de noviembre, el M2 había registrado una variación anual del 14,8%, mientras que la del M3 fue del 20,6%). Por otra parte, la cartera bruta de crédito de los bancos privados ha continuado su rápida expansión, incrementándose un 16,6% en los ocho primeros meses de 2011, a pesar de que tanto las tasas activas como las pasivas aumentaron levemente en los nueve primeros meses del año (si bien la tasa activa real sigue siendo negativa). La bolivianización del sistema bancario ha continuado durante 2011. En septiembre, dos tercios de los créditos y un 62% de los depósitos estaban en moneda nacional. Se trata en ambos casos de máximos históricos. La política cambiaria se mantuvo, con pequeñas apreciaciones del boliviano respecto al dólar estadounidense. Hasta el 20 de noviembre de este año, el BCB apreció la moneda desde 6,95 (precio de compra) hasta 6,86 y no se alteró la brecha de 0,10 bolivianos entre el precio de compra y el de venta (el precio de venta entonces era de 6,96). A octubre de 2011 el tipo de cambio real efectivo presentaba una apreciación interanual del 5,7%.
En el primer semestre de 2011, el PIB de Bolivia (Estado Plurinacional de) registró un incremento del 5% con respecto al mismo período de 2010. Los sectores de actividad que tuvieron un mayor dinamismo fueron los de petróleo y gas natural, que crecieron un 9,1%, debido, principalmente, a las alzas del precio del petróleo a finales de 2010 y principios de 2011. Ese efecto se explica por la existencia de un rezago de alrededor de tres meses para que el precio del petróleo observado se refleje en el precio al que lo vende Bolivia (Estado Plurinacional de). De hecho, durante el último año la producción de los hidrocarburos en volumen se estancó en 1.400 millones de metros cúbicos de gas natural y 1,4 millones de barriles de petróleo mensuales. La construcción mantuvo un ritmo de crecimiento bastante elevado, superior al 7%, al igual que los servicios de electricidad, gas y agua. Desde el punto de vista de la demanda, el crecimiento del PIB se vio impulsado principalmente por el incremento de la formación bruta de capital fijo (11%), el gasto del consumo final de las administraciones públicas (5%) y el gasto del consumo final de los hogares e instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH) (4,6%). La CEPAL estima que en 2011 la expansión de la economía boliviana se acercará al 5% y en 2012, al 4,5%.
La inflación acumulada entre enero y noviembre de 2011 fue del 6,4%, y se espera que a fines de diciembre se sitúe alrededor del 7%. Ese comportamiento muestra una mejora en la tendencia de los precios a lo largo del año. Después de un incremento de casi 4 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2011, la inflación se moderó, con un aumento de solo un 2% en un período de 7 meses hasta octubre. Esa moderación se debió principalmente a que los precios de los alimentos y de los productos básicos dejaron de subir. Entre junio de 2010 y junio de 2011 la tasa de desempleo disminuyó del 6,03% al 5,51%, debido principalmente a la reducción del índice de desempleo de las mujeres, que pasó del 6,89% al 6,11%. Por su parte, la tasa de ocupación bajó levemente, del 53,7% al 52,8%, al igual que la tasa de participación, que se redujo del 45,5% al 44,8%.
En el primer semestre de 2011, la economía de Bolivia (Estado Plurinacional de) registró un superávit en cuenta corriente de 405,7 millones de dólares, es decir, un 17,8% menos que en el mismo período de 2010.
Las exportaciones de bienes crecieron un 23,6%, mientras que las importaciones aumentaron un 33,7%. Eso ocasionó que en el primer semestre de 2011 la balanza comercial cayera un 32%, hasta 301 millones de dólares. Las remesas de los trabajadores se incrementaron un 13,4% en el primer semestre con respecto al mismo período de 2010. Por otra parte, las cuentas de capital y financiera presentaron un superávit de 587,4 millones de dólares a junio de 2011. Desde enero hasta noviembre de 2011 las reservas internacionales netas en poder del BCB aumentaron en 2.457 millones de dólares (25,3%) hasta superar los 12.000 millones de dólares, lo que equivale a 22 meses de importaciones.

COLOMBIA

En 2011, la economía colombiana mantuvo el buen ritmo del año anterior, con un crecimiento estimado superior al 5%. La demanda interna es la causa de este dinamismo, ya que aumentó tanto el consumo de los hogares como la inversión. Este clima favorable de la actividad económica colombiana se confirma con los altos índices de confianza que registran las encuestas. En el contexto de un escenario internacional más adverso, se prevé que en 2012 la economía desacelere levemente.
Con el propósito de consolidar las elevadas tasas de crecimiento, se aprobó un conjunto de reformas en temas fiscales, de competitividad, de empleo y de formalización empresarial. Asimismo, el congreso le otorgó facultades extraordinarias al gobierno para reestructurar la rama ejecutiva en procura de una mayor eficacia de la administración pública. Estas medidas se complementarían en 2012 con dos reformas, la tributaria y la de pensiones.
En materia fiscal, la reforma aprobada del régimen de regalías de productos mineros tiene el objetivo de lograr una mayor equidad regional en la distribución de los recursos, en especial en la actual coyuntura de bonanza de precios. Además, mediante la regla fiscal y la inclusión en la Constitución Nacional de la sostenibilidad fiscal como criterio rector del gasto público, se busca lograr un manejo prudente de los recursos públicos.
La regla fiscal establece una reducción gradual del déficit estructural del gobierno nacional central, llegando a una meta permanente del 1% del PIB a partir de 2022, y faculta al gobierno para ejecutar gastos contracíclicos ante una situación de crisis severa.
Se prevé que en 2011 el resultado fiscal del gobierno central será deficitario (un 3,6% del PIB). Los ingresos totales se incrementarían más del 0,5% del PIB, como resultado del auge económico y el ajuste de las normas tributarias que mejoraron los controles a la evasión y a la elusión de impuestos. Aunque se ha registrado una baja ejecución de gastos, se espera que estos aumenten también un 0,5% del PIB en 2011, con lo que el balance quedaría inalterado, como lo establece la regla fiscal aprobada. Con respecto al sector público no financiero, se pronostica un leve incremento del déficit, del 3,1% al 3,5% del PIB, debido a un menor superávit del sector descentralizado, que se origina en el mayor gasto de los gobiernos regionales y locales, tradicional en el último año de estas administraciones, y al gasto neto efectuado para enfrentar la emergencia invernal.
En 2011, la demanda interna fue el motor de la economía, impulsada por los mejores términos de intercambio y la recuperación del mercado laboral, y reforzada por las altas tasas de crecimiento de los créditos de consumo e hipotecario.
En este contexto, y para prevenir presiones inflacionarias, el Banco de la República elevó la tasa de intervención en diferentes momentos del año, por última vez en noviembre, con lo que se alcanzó un incremento acumulado de 175 puntos básicos (del 3,0% al 4,75%).
Los incrementos de la tasa de intervención se transmitieron a la tasa de interés real de consumo, que se ubicó en un 15,2% en el tercer trimestre del año, manteniéndose aún en niveles históricamente bajos, lo que incidió en la expansión del 21,6% anual de la cartera real de créditos de consumo. Por su parte, los créditos ordinarios e hipotecarios presentaron crecimientos del 20% y el 13% anual, respectivamente. La mejora en la calidad de la cartera crediticia, en especial la hipotecaria, cuyo indicador de riesgo pasó del 7,3% en septiembre de 2010 al 5,7% en el mismo mes de 2011, atenuó los temores de las autoridades monetarias sobre un excesivo endeudamiento por parte de los hogares.

En materia cambiaria, el peso ha continuado apreciándose, aunque con diferentes intensidades, a lo largo del año. El país percibió un alto flujo de recursos de inversión extranjera directa (IED), principalmente dirigidos a los sectores de petróleo y minería, con un crecimiento acumulado a octubre de 2011 del 54,2% con respecto al mismo período del año anterior. Los flujos de reintegros por exportaciones de bienes (28,7%) y de inversiones en portafolio (10%) presentaron también incrementos marcados.
Esta situación se presentó en un contexto de elevados precios internacionales de los productos básicos, recuperación del grado de inversión otorgado por tres calificadoras y buenas perspectivas de crecimiento. Para evitar la apreciación, el Banco de la República decidió remplazar en septiembre el programa de compra de reservas mediante subastas diarias de hasta 20 millones de dólares por subastas de opciones para el control de la volatilidad. Este nuevo instrumento, que no se empleaba desde 2008, establece una regla de desviación del tipo de cambio medio para realizar intervenciones de hasta 200 millones de dólares. Con el mismo propósito, el gobierno constituyó un fondo en el exterior por 1.200 millones de dólares y limitó las transacciones en moneda extranjera que pueden hacer los fondos de pensiones a un 2,5% del valor de cada fondo.
La actividad económica del primer semestre de 2011 registró un crecimiento del 5,0%. La minería fue el sector con mayor expansión, seguido de cerca por el comercio y el sector de transporte y comunicaciones. A pesar de la temporada invernal, que afectó principalmente el área rural, el sector agropecuario se recuperó de descensos persistentes de su actividad desde 2008. Por el contrario, la construcción presentó un comportamiento negativo, con una pronunciada caída en las obras civiles.
Sin embargo, en vista del crecimiento sostenido de las licencias de construcción y el esperado repunte de las obras civiles que se daría con la estabilización de las condiciones climáticas, se proyecta una recuperación del sector hacia fines del año.
El consumo, sobre todo el privado, continúa aumentando (el de los hogares se incrementó un 6,2% anual en el semestre), registrándose una elevada demanda de bienes durables. La inversión y las importaciones presentaron los mayores crecimientos, especialmente en maquinaria y equipos de transporte.
Los precios se vieron afectados por factores climáticos; se observó inflación en los precios de los alimentos, en particular los perecederos, con tendencia al alza a lo largo del año. En el segundo semestre de 2011, se elevaron los precios de los bienes y servicios regulados, sobre todo las tarifas de servicios públicos, por lo que la inflación anual a octubre se ubicó en un 4,0%. El Banco de la República considera que estas alzas son temporales, por lo que se cumplirá la meta para 2011 (establecida en un rango de entre un 2% y un 4%) y mantiene la misma meta para 2012.
El buen comportamiento de la economía se ve reflejado en la actividad laboral. Colombia presentó un desempleo a la baja a lo largo del año, alcanzando a nivel nacional una tasa de un dígito en septiembre de 2011 (9,7%), situación que no se presentaba desde 2007, a pesar de que la participación laboral se mantuvo en niveles elevados. Las ramas de actividad que aportaron más al empleo fueron los servicios comunales, el comercio y la industria.
La ley 1.429 de 2010, destinada a promover la formalización, parece haber tenido sus primeros efectos positivos en la reducción del desempleo y el aumento del número de trabajadores afiliados a la seguridad social en materia de salud.
El sector externo se vio favorecido por la reapertura del comercio con Venezuela (República Bolivariana de) y por el dinamismo de las exportaciones. Este desempeño no alcanzó a compensar el ritmo sostenido y creciente de las importaciones, sobre todo de bienes intermedios y de capital. Por su parte, las remesas de trabajadores se recuperaron, presentando un crecimiento anual a septiembre de 2011 del 5,0%. El efecto combinado de estos resultados y la mayor remisión de utilidades y dividendos de empresas extranjeras produjeron un déficit en la cuenta corriente, que alcanzó al 2,8% del PIB.
En cuanto a la IED neta, se observó un incremento del 74% en el primer semestre, con flujos dirigidos mayoritariamente a los sectores de petróleo y minería

CHILE

Durante 2011 la economía chilena continuó exhibiendo un considerable dinamismo, que se expresó en un crecimiento del PIB de un 6,3, lo que representa una evolución por encima de la tendencia. En consecuencia, las tasas de desempleo se redujeron sostenidamente a la vez que la inflación se mantuvo dentro de lo esperado por el banco central. En el ámbito externo destaca la tendencia a la baja de los precios del cobre durante la segunda mitad del año, en un contexto de desaceleración de la economía mundial, si bien se situaron en niveles superiores a los de décadas previas. Estos factores, junto con el impulso de la demanda interna, contribuyeron a un incipiente déficit en cuenta corriente.
Durante el año terminaron de revertirse los efectos de corto plazo sobre la producción derivados del terremoto y el tsunami de febrero de 2010, gracias a una significativa dinámica impulsada por la demanda interna, tanto en términos de consumo como de inversión. Así, al igual que en 2010, los dos principales componentes del gasto que sustentaron el alto nivel de actividad económica fueron el consumo de bienes durables y la inversión en construcción y obras. Ello se explica tanto por el aumento del gasto para hacer frente a las consecuencias del terremoto, como a la recuperación cíclica de estos dos componentes tras los bajos índices de crecimiento registrados en 2009 por la crisis financiera mundial. Durante 2011 esa tendencia se mantuvo, debido a la expansión del empleo, el alza de los salarios reales y la normalización de las condiciones de acceso al crédito. En contraste, el consumo público, que en otras ocasiones ha impulsado la demanda, experimentó un bajo crecimiento. A su vez, una parte significativa de la demanda se volcó hacia el exterior, lo que contribuyó a la continuidad del aumento de las importaciones.
A lo largo del año se observó una progresiva reducción de las tasas de crecimiento de la actividad económica, que se prevé que en 2012 siga un ritmo levemente por debajo al de la expansión del PIB potencial, estimado en un 5%. La reducción de los índices de crecimiento durante 2011 y las previsiones para 2012 obedecerían tanto a la anulación del efecto estadístico causado por la baja base de comparación a causa del terremoto, como por el deterioro gradual de las perspectivas de crecimiento mundial durante este año y el próximo, que podrían repercutir negativamente en el desempeño de las exportaciones y en los términos del intercambio, e inducirían a una postergación de proyectos de inversión y de consumo durable.
Las políticas macroeconómicas no sufrieron cambios significativos respecto del año anterior. La política fiscal continuó orientándose hacia una meta de balance estructural a mediano plazo (0% del PIB en 2014). Durante 2011 el dinamismo económico descrito y los precios del cobre se tradujeron en considerables incrementos de los ingresos tributarios. Esto, combinado con un bajo ritmo de gasto, decreciente durante la primera mitad del año, ha contribuido a configurar un cuadro de superávit efectivo que en el tercer trimestre de 2011 alcanzaba un 2,8% del PIB, mientras que la proyección para el año se acercaba al 1,5% del PIB. No obstante, dado que la economía ha estado creciendo a un ritmo superior al de tendencia y que los precios del cobre se mantuvieron en promedio por encima de lo proyectado en el mediano plazo, la corrección de los ingresos por estas consideraciones cíclicas indica que aún existiría un déficit estructural del orden del 1,6% del PIB.
Esta evolución de ingresos y gastos públicos ha permitido recomponer en parte los ahorros en fondos soberanos, de modo que, de ser necesario, se podría desplegar nuevamente una acción pública contracíclica. Con todo, estos fondos aún no han recuperado el nivel máximo registrado antes de la crisis financiera mundial.
A su vez, en la política monetaria, orientada por una meta de inflación en torno al 3%, se continuó con el proceso de retiro del estímulo monetario. Así, desde mediados de 2010 el banco central elevó en sucesivas ocasiones la tasa de política monetaria, que llegó a alcanzar un 5,25% anual en junio, en virtud de expectativas de incrementos en los índices de inflación. A partir de esa fecha, considerando las perspectivas de deterioro de la situación en Europa y la marcada reducción de precios de ciertos productos básicos (entre ellos de los combustibles), que permitían prever menores presiones inflacionarias externas, se hizo aconsejable moderar el retiro del estímulo monetario. Por ello, la tasa de política monetaria se ha mantenido en el mismo nivel y no se descartan reducciones en caso de que fuera necesario recurrir nuevamente al estímulo ante una eventual crisis en los mercados externos que deteriorase las expectativas de crecimiento futuro.
En materia cambiaria, el banco central continuó con el programa de compra de divisas, que, según se diseñó, terminará en diciembre. Este programa se adoptó en un momento en que las presiones para la apreciación eran significativas, pero se había formulado como una iniciativa de fortalecimiento de las reservas internacionales para enfrentar posibles turbulencias externas. Bajo las circunstancias que se prevén para 2012, con un mayor nivel de riesgo global y la posibilidad de que se produzcan esas turbulencias, no se requeriría de un programa de apoyo al tipo de cambio nominal, por lo que no se proyecta la renovación de estas medidas.
El Índice Mensual De Actividad Económica (IMACEC) reflejó el notorio dinamismo de la economía durante la primera mitad del año y su posterior convergencia hacia ritmos más moderados. Los sectores más activos fueron los vinculados a la demanda interna (comercio, construcción y servicios), mientras que algunos sectores exportadores, como la minería, sufrieron retracciones debido a conflictos laborales y circunstancias vinculadas a las características geológicas de los yacimientos que se tradujeron en menores rendimientos. Cabe destacar la progresiva recuperación de la industria salmonera, cuya producción se había visto gravemente afectada como resultado de un virus, en tanto que otras extracciones, en especial en el norte del país, siguieron resintiéndose por la escasez de recursos pelágicos.
El IPC ha exhibido en general aumentos compatibles con el objetivo del 3% (+/-1%) anual señalado por el banco central, con registros en períodos de 12 meses levemente superiores al 3% anual. La inflación subyacente ha continuado mostrando un ritmo de aumento acotado dentro del rango esperado, en la medida en que se han ido repercutiendo en los precios internos las alzas de los precios internacionales de alimentos y combustibles. Posteriormente, con la moderación de esas alzas externas debido a la incertidumbre sobre el crecimiento de las economías desarrolladas, las expectativas y las mediciones han convergido nuevamente hacia el objetivo fijado.
Acorde con la dinámica del crecimiento, el mercado de trabajo muestra tendencia a una progresiva estrechez, que ha determinado incrementos en las remuneraciones y, en ciertos casos, una escasez de mano de obra. En efecto, en dicho contexto el Índice general de remuneraciones registró aumentos durante 2011 que en varias ocasiones duplicaron el ritmo inflacionario. Con ello se proyecta un incremento de las remuneraciones reales cercano al 2,6% para el año. El empleo se ha expandido en forma sostenida, de modo que las tasas de desempleo se encuentran en niveles que normalmente se consideran bajos para la economía chilena. Factores estacionales que entrarán en juego hacia fines de año y comienzos del próximo harán que estas tasas se reduzcan temporalmente aún más, para luego retornar a niveles bajos, aunque levemente superiores, en virtud de la moderación del nivel de actividad que se prevé.
La cuenta corriente del balance de pagos ha registrado un moderado déficit de un 1% del PIB. Este resultado refleja, por una parte, los efectos de una dinámica demanda interna de bienes durables, maquinaria y equipos, entre otros, combinada con un bajo o nulo crecimiento del volumen de algunas exportaciones clave (cobre) y la tendencia a la reducción de precio de estas durante el segundo semestre. La deuda externa bruta total continuó creciendo hasta alcanzar un nivel cercano al 46% del PIB, del cual una fracción muy reducida, equivalente al 2,5% del PIB, corresponde a deuda del Gobierno general. Este, además, es acreedor neto del resto del mundo, por cuanto sus ahorros en fondos soberanos triplican el nivel de su endeudamiento externo. A su vez, tal como se deseaba, las reservas del banco central exhiben un aumento muy significativo, que para el año se acerca al 40%, con lo que equivalen a casi el 20% del PIB. Todos estos factores conforman, pues, un cuadro de continuidad en cuanto a solidez fiscal y de las cuentas externas del país y, como se señaló, dejan a las autoridades margen de maniobra para adoptar acciones contracíclicas si fuera necesario

ECUADOR

En 2011 la economía ecuatoriana crece un 8%. El crecimiento económico se aceleró durante la primera mitad del año, mientras se moderó algo durante la segunda. El impulso del crecimiento continuó siendo liderado por la demanda interna, cuyo principal motor es el fuerte gasto público.
Para 2012, a pesar que el gobierno mantendrá su fuerte nivel de gasto, este no será suficiente para conservar el ritmo actual de la economía, esperándose un aumento del PIB de 5%.
Por su parte la inflación a diciembre estará en torno al 5,5% en 2011 y de 4% el 2012.
La aceleración del crecimiento del producto durante el primer semestre del año está vinculada, principalmente, a la expansión de la inversión y del consumo, la primera tanto por la continuación de los fuertes planes de inversión pública como por la inversión en vivienda financiada por gasto público.
En el caso del consumo, su dinamismo está determinado por los aumentos de los salarios reales, por los subsidios directos que entrega el estado a los hogares y por el fuerte aumento del crédito.
El estado interviene fuertemente en los sectores que ha definido como estratégicos en la economía lo que sumado a otros factores determinan una baja inversión privada.
Sin embargo en la minería y la exploración y desarrollo de la industria del petróleo se visualizan inversiones privadas, tras el fin de la renegociación de los contratos, donde se estableció que el estado paga un precio fijo por la extracción de un número fijo de barriles.
La producción petrolera acumulada entre enero y septiembre de 2011 muestra un incremento de 3,8% con respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzado los 136 millones de barriles de petróleo.
La producción petrolera estatal constituye un 72% del total de la producción nacional y tuvo un alza en la producción de 23,25% en comparación a similar período del 2010, en contraposición a la disminución de 25,85% que registraron las empresas privadas, tanto el aumento como la caída de la producción petrolera pública y privada se explica en los campos donde extraía Perenco y Petrobas que ahora son estatales.
Una elevada proporción de los ingresos fiscales dependen de recursos que genera el sector energía. Estos constituían un cuarto del total de ingresos en 2009 mientras en 2011 representaran un tercio de dicho total, sumado a que es el principal motor de la economía, la leve disminución que esperamos del precio del petróleo y el poco aumento de su producción, prevén la mantención del nivel de gasto del gobierno, con lo que el crecimiento del PIB se desacelerará en 2012.
Los ingresos por recaudación tributaria entre enero y octubre crecieron 9,1% respecto al 2010, aumento que se debió al incremento en la recaudación del impuesto al valor agregado en 18,9%, al de la renta en 27,4% y al de consumos especiales en 15,7%.
Sin embargo, el Impuesto a los ingresos extraordinarios se redujo en 93,4% en relación al 2011, dado que este impuesto se genera a partir los ingresos adicionales por incremento en la venta de los recursos naturales no renovables, su reducción es producto del cambio en la modalidad de los contratos petroleros y la reducción de la producción petrolera privada. Todo lo anterior permitió que los ingresos por recaudación aumentaran en 597 millones de dólares respecto a 2010 (0,9% del PIB), para el periodo enero- octubre. Para el mismo periodo el gasto del gobierno central tuvo un incremento de 18,8% en relación al 2010, y registra una ejecución acumulada en el 2011 del 70,9%.
El presupuesto del gasto de gobierno para 2012 se fijó sobre la base de un precio del petróleo de US$ 80 por barril, similar a lo esperado por los analistas económicos, que junto al gasto que se espera tenga el estado, elevará levemente el nivel de déficit fiscal que obtendrá este 2011, muy cercano al 3% del PIB. Dicha cifra fue obtenida a pesar de haberse considerado solo un precio de US$ 73 por barril para la confección del presupuesto de 2011, mientras que su precio para dicho periodo fue superior.
En noviembre de este año se promulgo una reforma tributaria, que permitirá recaudar un 0,6% del PIB, principalmente incrementará del 2% al 5% el impuesto a la salida de divisas, impondrá un gravamen a las botellas plásticas, los automóviles y aumentará las tasas a los cigarrillos y bebidas alcohólicas.
El tamaño del gasto del gobierno ha aumentado fuertemente producto de los fuertes planes de inversión y políticas de ayuda sociales implementados por el estado, llevando a que su nivel de gasto en 2011 represente cerca del 40% de la economía, siendo que en el primer quinquenio de la década este superaba levemente el 20%. Lo anterior convierte al sector público en el principal motor de esta economía.
La garantía de comercio preferencial de Ecuador con los Estados Unidos de América, ATPDEA Andean Trade Promotion and Drug Eradication Act, se aprobó en octubre tras ocho meses de haber expirado. Sin embargo esta renovación solo será hasta mediados de 2013, fecha en que debiese implementarse el acuerdo de libre comercio entre Colombia y los Estados Unidos de América.
Los indicadores de oferta de crédito, corroboran que el aumento de la demanda interna iría de la mano del incremento del consumo privado, pues en este segmento la oferta de crédito ha sido superior al aumento en el otorgamiento de crédito observado para los segmentos productivos, de vivienda y microcrédito. Junto a lo anterior, las instituciones financieras también muestran ser menos restrictivas en el otorgamiento de créditos al ofrecer menores tasas de interés y mejores plazos en los otorgamientos del crédito. En el segmento productivo, las mayores solicitudes de crédito las reportaron las ramas de actividad de la industria y del comercio, siendo el principal destino de dichos fondos a capital de trabajo e inversión y adquisición de activos.
Continuando con la fuerte expansión de la actividad observada en el primer trimestre, el segundo trimestre mostro una aceleración tal respecto al primero que lo ya obtenido durante el primer semestre es equivalente a lo que esperábamos para todo el año. Los sectores con mayores aumentos durante el primer semestre fueron la refinación de petróleo (42%), electricidad y agua (32%) y la construcción (21%). Este fuerte dinamismo en la producción ha sido acompañado de bajos niveles de desempleo, que han retornado a las tasas pre crisis de 2008, permitiendo que termine con un promedio para el año en torno al 6%, en comparación al 7,6% promedio de 2010 y adicionalmente hay una mejora en la calidad del empleo, pues el subempleo en septiembre bajo a 46%, cuatro puntos porcentuales menos que en septiembre de 2010.
La inflación interanual ha ido en aumento desde febrero, donde registro una variación anual de 3,4% y en octubre ya alcanza 5,5%.
Dicha cifra es explicada por el aumento de 8,2% de la inflación de alimentos, mientras la inflación sin alimentos aumento 4,4%. Se estima que la inflación interanual a diciembre se mantendrá en torno al 5,5%.
Al primer semestre la balanza comercial registraba un déficit de alrededor de 50 millones de dólares, equivalente al 0,1% del PIB, obtenido del superávit de la balanza comercial petrolera de 3698 millones de dólares y del déficit de la balanza comercial no petrolera de 3748 millones de dólares. El déficit en cuenta corriente estará en torno al 3% del PIB. A pesar de las altas tasas de desempleo registradas en España, el nivel de las remesas ha seguido aumentando, aunque aún no recupera los niveles registrados previos a la crisis


PERÚ

En 2011 el PIB creció un 7%, impulsado por la continuación del elevado dinamismo, tanto de la demanda interna (en particular del consumo e inversión privados) como de la externa, en el contexto de un cambio de gobierno. El alza en la actividad económica estuvo acompañada de un incremento de la inflación anual, un superávit fiscal y un aumento del déficit en la cuenta corriente, esto último a pesar de la mejoría en los términos de intercambio.
Para 2012 se estima que la actividad económica seguirá expandiéndose, aunque en forma más moderada, con una tasa de crecimiento del PIB cercana al 5%.
Debido al elevado dinamismo que presentaba la demanda interna, a inicios de 2011 las autoridades decretaron una reducción del gasto público mediante la incorporación de 2.000 millones de dólares al Fondo de Estabilización Fiscal. Esta reducción contribuyó a la importante desaceleración del dinamismo de la inversión pública que se produjo durante el año. No obstante, el gasto público recuperó a lo largo de 2011 su tendencia al alza. En los primeros nueve meses del año los gastos no financieros del gobierno central crecieron un 11,2% con relación a igual período de 2010 (12,5% el gasto corriente y 7,1% el gasto de capital). La expansión del gasto de capital se debió al crecimiento de las transferencias de capital (18,3%), ya que la formación bruta de capital aumentó solo un 1,8%. Los ingresos corrientes aumentaron un 18,7% en igual período, impulsados por el mayor crecimiento de los ingresos tributarios (19,8%), debido principalmente al alza de los ingresos provenientes de los impuestos a la renta (45,6%) y del impuesto general sobre las ventas (15%). Los ingresos no tributarios aumentaron un 14,9%. En consecuencia, las autoridades estiman un superávit primario de alrededor del 1,5% para el gobierno central y del 2% para el sector público no financiero (un resultado económico positivo de un 0,7% y un 0,8% del PIB, para el gobierno central y el sector público no financiero, respectivamente).
En materia tributaria, en 2011 se realizaron modificaciones: la tasa del impuesto a las transacciones financieras disminuyó de un 0,05% a un 0,005% y la alícuota del impuesto general sobre las ventas (IGV) se redujo del 19% al 18%. Ambos cambios se hicieron efectivos a partir del 1 de marzo. Se decretó además la reducción del arancel de 3.401 partidas, con lo que el promedio arancelario se redujo en 2011. En septiembre se modificaron las tasas de la regalía minera y se introdujeron el impuesto especial a la minería y el gravamen especial a la minería. Todos ellos se aplican sobre las utilidades operativas de las empresas y no sobre su volumen de ventas. Con estas medidas, el nuevo gobierno espera recaudar alrededor de 250 millones de nuevos soles adicionales por mes
La deuda pública bruta mantuvo a lo largo de 2011 su tendencia a la baja. En septiembre se situaba en el 20,9% del PIB (frente al 23,5% de diciembre de 2010), siendo la deuda interna y la deuda externa equivalentes al 9,2% y al 11,8% del PIB, respectivamente.
Entre agosto de 2010 y mayo de 2011 el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) sostuvo un proceso de alza de la tasa de referencia con aumentos paulatinos mensuales, del 2,5% al 4,25%, manteniéndose posteriormente inalterada. La tasa activa preferencial corporativa promedio efectiva en moneda nacional, en términos anuales, aumentó del 3,8% en enero de 2011 al 5,4% en noviembre de 2011 (2,2% en moneda extranjera) y las tasas para depósitos a 30 días subieron del 2,6% al 4,1% (las tasas en moneda extranjera disminuyeron del 0,8% al 0,6%).
En vista de la elevada entrada de capitales hacia la economía del Perú, durante el primer semestre de 2011, el banco central (BCR) siguió aplicando medidas administrativas destinadas a regular la llegada masiva de flujos financieros. En el primer trimestre de 2011 aumentó la tasa de encaje medio en moneda nacional y en moneda extranjera, un 0,25% en febrero y otro 0,25% en marzo; se amplió la cobertura del encaje para incorporar los pasivos de las sucursales en el exterior de los bancos que operan en el mercado interno; se redujo la tasa de los adeudados externos de corto plazo del 75% al 60%, y la tasa de encaje para no residentes se mantuvo en el 120%. Las tasas de encaje mínimo no se han modificado desde mayo de 2011, situándose en el 25% y el 55%, en moneda nacional y moneda extranjera, respectivamente.
El coeficiente de dolarización del sistema financiero se mantuvo relativamente estable en un 45,6%. En 12 meses a septiembre de 2011 el crédito del sistema financiero registra un aumento del 20,6%, debido al aumento tanto de los créditos en nuevos soles como en moneda extranjera.
Con el fin de mitigar la volatilidad del tipo de cambio, a lo largo de 2011 el banco central siguió interviniendo en el mercado cambiario. A lo largo del año, y a pesar de que en algunos meses ese comportamiento se revirtió, la moneda nacional mantuvo una tendencia a la apreciación. Entre diciembre de 2010 y octubre de 2011 el nuevo sol se apreció un 3,2% con relación al dólar y el tipo de cambio real efectivo multilateral disminuyó un 3%.
En marzo de 2011 el Perú suscribió un tratado de libre comercio con la República de Corea. En abril la Unión Europea firmó un tratado de libre comercio con el Perú y Colombia, que entrará en vigor durante 2012, y se dieron por concluidas las negociaciones del acuerdo de integración comercial entre México y el Perú. Asimismo, se mantienen las negociaciones para la celebración de un acuerdo de libre comercio con el Japón.
En los primeros nueve meses del año, el PIB acumuló un alza del 7,4% con relación a igual período del año anterior, impulsado por el mayor crecimiento del sector del transporte y las comunicaciones, los servicios a las empresas y otros servicios, y el comercio.
Por el lado de la demanda, el consumo privado mantuvo en igual período un elevado crecimiento (6,3%), mientras que el alza del consumo público se desaceleró (4,7%), al igual que el de la inversión (5,8%), debido a la caída de la inversión pública (-24,2%). La inversión privada aumentó un 13,1% en igual período. El alto dinamismo de la demanda interna se reflejó en el aumento de las importaciones, que se incrementaron un 23,8% durante el período. Al contrario que los demás componentes de la demanda agregada, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se aceleró en 2011 y en los tres primeros trimestres del año estas aumentaron un 8,5%.
En los 12 meses a octubre de 2011 la inflación fue del 4,2% (6,4% en el rubro de alimentos y bebidas). Se estima que la inflación acumulada en 2011 se situará en torno al 4,3%, por encima del rango superior de la meta definida por el banco central (BCR) de un 2% con un intervalo de variación de un 1%. Las autoridades estiman que para 2012 la inflación debería retornar a un valor dentro de la banda establecida.
En los primeros nueve meses de 2011 la tasa de desempleo se mantuvo en niveles similares a los registrados en igual período de 2010 (8% y 8,1%, respectivamente), si bien la evolución del empleo por género fue diferenciada: el desempleo masculino disminuyó del 6,7% al 6,1% y el femenino aumentó del 9,8% al 10,2%.
Los ingresos mensuales promedio aumentaron un 11,5% en igual período. La remuneración mínima vital mensual, que se mantenía constante en 550 nuevos soles desde enero de 2008, aumentó a lo largo de 2011, de 580 nuevos soles en enero a 675 nuevos soles en octubre.
En los tres primeros trimestres de 2011 las exportaciones de bienes aumentaron un 35,7% (25,1% en precio y 8,4% en volumen) y las importaciones de bienes crecieron un 32,4% (15,4% en precio y 14,8% en volumen).
En el acumulado de los tres primeros trimestres el superávit de la balanza comercial aumentó a 6.951 millones de dólares (4.626 millones de dólares en igual período de 2010), mientras que el déficit en cuenta corriente se mantuvo en niveles similares (1.816 millones de dólares frente a 1.784 millones de dólares en igual período de 2010).
En los primeros nueve meses de 2011 los términos de intercambio promedio aumentaron un 8,5% con relación al valor promedio de igual período de 2010. La deuda externa se situaba en septiembre de 2011 en el 25,4% del PIB (26,4% en diciembre de 2010).
Las reservas internacionales netas han aumentado sostenidamente a lo largo de 2011, situándose en octubre en 48.696 millones de dólares, equivalentes a alrededor del 28% del PIB

VENEZUELA (Republica Bolivariana)

Se estima que el PIB de Venezuela (República Bolivariana de) aumentó un 4,2% durante 2011, empujado sobre todo por la expansión del gasto público en un contexto de elevados precios del crudo.
La inflación continuó siendo elevada, en tanto que se redujo el desempleo en un marco de disminución de la tasa de actividad.
Durante el año, el gobierno central registró un déficit algo inferior al de 2010: el déficit global pasó del 3,6% del PIB en 2010 al 3,5% del PIB en 2011, mientras que el déficit primario descendió del 2,2% del PIB en 2010 al 1,4% del PIB en 20111. Los ingresos totales del gobierno central pasaron del 19,6% del PIB en 2010 al 19,4% del PIB en 2011. El gasto total del gobierno central (incluida la concesión neta de préstamos) se contrajo del 23,1% del PIB en 2010 al 22,9% del PIB en 2011. Es notorio el aumento de los pagos de remuneraciones, en un contexto de incrementos salariales en términos reales, mientras que el mayor endeudamiento provocó que los desembolsos en concepto de intereses y comisiones fueran también superiores. Por otra parte, se redujeron las transferencias corrientes, aunque aumentaron levemente las transferencias de capital.
Cabe destacar que el gobierno central solo representa una fracción de la actividad fiscal en Venezuela (República Bolivariana de). Dos fondos extrapresupuestarios ejecutan una parte importante del gasto público: el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) y el Fondo conjunto chino-venezolano. El primero se alimenta de aportes de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de las denominadas reservas excedentes del banco central (en 2011, esta entidad aportó 3.500 millones de dólares al FONDEN), en tanto que el segundo se nutre de recursos provenientes de préstamos de entidades oficiales chinas (sobre todo, el Banco de Desarrollo de China), que se pagan con la venta de petróleo a ese país.
Durante 2011, aumentó el saldo de la deuda pública. La deuda interna se incrementó un 53,4% entre diciembre de 2010 y junio de 2011, pasando del 8,8% al 10,3% del PIB, en tanto que la deuda externa del gobierno central (sin incluir PDVSA) se redujo levemente en términos nominales en el mismo período y se ubicaba en 36.400 millones de dólares en junio de 2011 (11,7% del PIB). A estos valores hay que añadirles las emisiones posteriores de bonos de la segunda mitad de 2011, específicamente, del bono soberano 2026 (3.000 millones de dólares) y del bono soberano 2031 (4.200 millones de dólares). Estas emisiones obedecieron, en parte, al aumento del gasto público durante el año, por ejemplo, para financiar la Gran Misión Vivienda Venezuela y la Gran Misión AgroVenezuela, según lo indicado por la Ley especial de endeudamiento complementaria para el ejercicio fiscal 2011, aprobada en junio de 2011. También cabe mencionar que el financiamiento del Fondo conjunto chino-venezolano causó el aumento de los pasivos del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) con entidades financieras del exterior, los que en junio de 2011 alcanzaban el equivalente a 17.600 millones de dólares.
La política monetaria continuó siendo marcadamente expansiva durante 2011, orientada a estimular la recuperación de la economía. Los agregados monetarios M1 y M2 aumentaron un 40,3% y un 29,5%, respectivamente, en los primeros nueve meses del año, por encima de la tasa inflación.
La tasa de inflación anual en octubre de 2011, medida por el índice nacional de precios al consumidor, fue del 26,9%. Los precios que más aumentaron en este período fueron los del rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas (32,3%), en paralelo con algunas limitaciones en el suministro de alimentos.
El 1 de enero de 2011, el gobierno unificó el tipo de cambio en la paridad de 4,3 bolívares fuertes por dólar, eliminando la paridad cambiaria de 2,6 bolívares fuertes por dólar vigente hasta entonces. Se mantuvo la paridad implícita de 5,3 bolívares fuertes por dólar en el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) para las operaciones que no pueden acceder a la paridad de 4,3 bolívares fuertes por dólar autorizada por Comisión de Administración de Divisas (CADIVI). Con todo, la elevada inflación registrada en el período provocó que el tipo de cambio real efectivo se ubicara en octubre un 35,8% por debajo (apreciación) del promedio registrado entre 1990 y 2009.
Durante los primeros nueve meses de 2011, el PIB de Venezuela (República Bolivariana de) creció un 3,8% y se espera para el total del año un crecimiento del 4,2%. Por el lado de la demanda global, fue dinámico el aumento tanto del consumo privado como del público. Sin embargo, se estancó la formación bruta de capital fijo, a pesar de la expansión del gasto público. Los sectores más dinámicos del período fueron el comercio y los servicios, los servicios gubernamentales y el sector manufacturero. La reducción de los problemas eléctricos y la mayor disponibilidad de divisas provistas por la CADIVI a distintos sectores habrían contribuido a la mejora del crecimiento en este lapso.
La producción de crudo de Venezuela (República Bolivariana de), según cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se elevó en promedio un 4,2% en los primeros tres trimestres de 2011 con respecto al mismo período de 2010. Durante 2011, se registró un aumento de la inversión en extracción en el país, como lo indica el incremento del número de taladros, del 27,4%, entre 2010 y 2011, en paralelo con el alza de los precios del crudo (41%) registrada en los primeros diez meses de 2011.
La tasa de desempleo se estabilizó en la primera mitad del año y se redujo en la segunda mitad, ubicándose en un 8,3% en el tercer trimestre. Esto indica una disminución respecto del 8,9% observado en el mismo período de 2010. En el tercer trimestre de 2011, el desempleo se contrajo en comparación con el mismo período de 2010, tanto para los hombres como para las mujeres, aunque para estas últimas, la reducción fue menor. Sin embargo, cabe destacar que hubo un aumento de 0,6 puntos porcentuales en la población inactiva, mientras que el número de desempleados solo descendió levemente. Por el lado de los salarios, se registró un incremento del 36,5% en los primeros tres trimestres del año. Los salarios del sector privado aumentaron un 27,2%, mientras que los del sector público subieron un 58,6%. Un factor importante que incidió en el incremento fue el alza del salario mínimo, que fue de un 25% desdoblado en un 15% a partir del 1 de mayo y un 10% a partir del 1 de septiembre.
La cuenta corriente de la balanza de pagos en 2011 registró superávit, en un contexto de elevados precios del crudo. Esto ocurrió a pesar de la aceleración de las importaciones, en paralelo con la recuperación de la actividad económica. En los primeros nueve meses del año, las exportaciones aumentaron en valor un 45% respecto del mismo período de 2010, como reflejo de un alza del 41,5% en el precio del crudo venezolano. Las importaciones se expandieron un 21,3%, registrándose una significativa actividad de importación directa por parte de instituciones y empresas públicas.
En cuanto a la cuenta financiera, se presentó un déficit durante el año, lo que constituye un deterioro respecto de 2010 debido a la combinación de un saldo negativo de la inversión directa neta, la gran acumulación de activos en divisas por parte del sector público venezolano, bajo la forma de monedas y depósitos, la adquisición de activos líquidos en el extranjero (a pesar del estricto control de cambios) y el incremento del endeudamiento con no residentes.
Por último, en los primeros nueve meses de 2011, la balanza de pagos tuvo un saldo negativo de unos 3.000 millones de dólares (un 1% del PIB) y se estima que el año 2011 cerró con un pequeño déficit

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